La fisioterapia es considerada científicamente como una de las terapias esenciales para mejorar el estado físico y cognitivo de las personas que padecen Alzheimer.
La enfermedad de Alzheimer es el tipo de demencia más común, un término general para denominar a las enfermedades que ocurren cuando el cerebro ya no funciona correctamente. La enfermedad de Alzheimer causa problemas de memoria, el razonamiento y la conducta. Nadie debe enfrentar la enfermedad de Alzheimer ni ninguna otra demencia solo.
Durante el transcurso de la enfermedad se distinguen tres fases: leve, moderada y severa.
Primera Fase: leve
Con una duración que puede oscilar entre dos y cuatro años, aproximadamente. Presenta como principal característica una alteración de la memoria.
En ocasiones en esta fase ya se inician trastornos posturales y en el patrón de marcha, como por ejemplo: disminución del braceo, dudosa rigidez, lentitud…
Segunda Fase: moderada
Con una duración aproximada entre tres y cinco años. Al progresivo deterioro intelectual se le añaden el agravamiento de la alteración de la memoria reciente y el comienzo de la alteración de la retrógrada; las funciones corticales superiores se deterioran. El lenguaje se empobrece y es menos fluido; se deteriora la capacidad de juicio y el pensamiento abstracto. No entienden algunas órdenes verbales sencillas de movimiento. Comienzan a perder independencia en las actividades de la vida diaria, como por ejemplo: vestido, aseo…
Durante esta fase, la marcha se caracteriza por:
– Ritmo más lento.
– Pasos más cortos con arrastre de pies.
– Paradas entre los pasos.
– Disminución o ausencia de braceo.
– Balanceo marcado de tronco.
– Inestabilidad y falta de equilibrio.
– Aumento de la base de sustentación.
– Alteraciones posturales: lateralizaciones, flexión o extensión de tronco, flexión de cabeza y cuello (mirada al suelo).
Como consecuencia de todo lo anterior, se favorece la aparición de caídas.
Tercera Fase: severa
De duración variable. Se agudizan los signos neurológicos y se observa mayor rigidez, espasticidad e hiperreflexia. También pueden aparecer reflejos arcaicos (hociqueo y succión, de prensión, signo de Babinski…) y signos piramidales. Junto al parkinsonismo, pueden existir mioclonias, discinesias y/o crisis convusivas. Su humor es imprevisible. La desorientación espaciotemporal que presentan es importante. Las caídas y las fracturas son frecuentes debido sobre todo al trastorno de la marcha. El control motor se vuelve muy inestable y aparecen fases de agitación locomotora.
El final de esta etapa se caracteriza por: encamamiento, escaras irreversibles, grandes rigideces (posición fetal), serio deterioro de los mecanismos de defensa del organismo, procesos infecciosos, pérdida de peso de manera exagerada que provoca flaqueza y debilidad vital. No siempre se llega a esta fase.
Intervención desde el área de fisioterapia
Los profesionales que trabajan con enfermos de Alzheimer intervienen desde diferentes áreas como neuropsicología, terapia ocupacional, trabajo social y fisioterapia. , que es en esta última en la que nos centraremos en esta publicación.
«La intervención de fisioterapia en la enfermedad de Alzheimer varía en función de diversos factores, siendo el fundamental la fase en la que se encuentre el enfermo.»
Entre los tratamientos generales aplicados están: Cinesiterapia, Termoterapia, Masaje, Crioterapia, Reeducación postural, Fisioterapia respiratoria, Reeducación de la marcha y entrenamiento en transferencias, Hidroterapia, paseos al aire libre…. Entre otros planes de tratamiento.
Previamente a la realización de cualquier programa de tratamiento, es fundamental realizar una completa valoración y exploración del usuario sin olvidar que, junto al cuadro de demencia, existen otras patologías comunes a esta edad (osteomusculares, respiratorias, diabetes, vasculares periféricas…). Debido a la progresión irreversible de la enfermedad, para adecuar en cada momento el tratamiento al estado actual y necesidades del paciente, son necesarias las reevaluaciones periódicas.
El Plan de Atención Individualizada inicial (PAI inicial) se realiza conjuntamente con las valoraciones anteriores. En él pondremos en común con el resto de profesionales los objetivos propuestos y registraremos datos de la valoración inicial de fisioterapia y elaboraremos el plan de tratamiento.
La fisioterapia que se aplica en personas con enfermedad de Alzheimer, se basa en realizar una serie de actividades físicas y cognitivas, que buscan estimular y entrenar al enfermo para evitar la pérdida y el olvido de las mismas.
Hace algunas semanas te hablamos de cómo las personas mayores, mejoran la calidad de vida con la fisioterapia, puedes volver a leerlo desde aquí.
Los objetivos específicos que se buscan a través de esta estimulación física son: – Mejorar y/o mantener la capacidad de deambular lo más independiente y funcional posible. – Mejorar y/o mantener independencia en transferencias. – Mejorar y/o mantener la movilidad articular y el tono muscular, evitando rigideces y atrofia. – Mejorar y/o mantener una postura lo más óptima posible. – Disminuir dolores articulares y musculares. – Evitar caídas. – Estimular lenguaje y capacidad expresiva. – Mejorar el estado anímico y fomentar la socialización.
En definitiva la fisioterapia ayuda a mantener la capacidad funcional y retrasar el deterioro de las personas con Alzheimer.
En Vida-es contamos con profesionales fisioterapeutas especializados en pacientes con Alzheimer. Además, ofrecemos el servicio de fisioterapia a domicilio, con lo cual recibes tu tratamiento sin moverte de casa.
“En Vida-es cuidamos de su salud porque salud es Vida”
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