¿Te imaginas ir al dentista, sentarte en la silla y que te calmen los nervios o esa ansiedad previa que te recorre el cuerpo, de un plumazo y te extraigan una pieza o realicen la operación que tu boca necesite sin que te enteres? Esto ya es posible gracias a odontología sin dolor. ¿Quieres saber en qué consiste?
La odontología sin dolor se compone de varias técnicas que ya son utilizadas en distintos países del mundo y que dan unos resultados muy positivos. Entre ellas se puede hablar de la premedicación con analgésicos y ansiolíticos. Sin embargo, la verdadera odontología sin dolor se basa en la sedación intravenosa consciente que te mantiene despierto en todo momento, pero te evita las molestias propias de un tratamiento dental.
¿Cuál es el proceso? Un anestesista titulado se encarga de utilizar óxido nitroso, un gas parecido al de la risa y que relaja al paciente, y que está indicado especialmente para patologías dentales severas, para pacientes que quieran arreglarse la boca en una o pocas citas, para los que sufran ansiedad, fobia o emergencias muy dolorosas, implantes, etc.
Para disfrutar de este novedoso tratamiento, días antes de la intervención se te realizaría una prueba para conocer tus niveles óptimos de tratamiento, y poco a poco se te iría subiendo el nivel de óxido nitroso hasta que notes que te sientes muy relajado. A partir de ahí el trabajo del profesional se realiza de manera ordinaria y sin provocarte ninguna molestia; ni siquiera sentirías la administración de la anestesia local.
¿Quién sale ganando más? ¿Tú o el profesional? Ambos, porque con este tratamiento vences la ansiedad y el miedo al entrar en la consulta, mientras que el segundo puede trabajar más relajado y aplicar unos tratamientos más rápidos y seguros.
Una manera de ir al dentista más relajado y sin tensión.
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