Hay varios motivos para lo que los psicólogos llaman Trastorno Afectivo Estacional. Una de ellas es la vuelta al trabajo, si es que hemos alargado nuestras vacaciones a Septiembre. Sin embargo, el factor más importante es la reducción de la exposición al Sol y el cambio de ritmo estacional.
El Sol produce un mayor aumento de serotonina¸ que es la sustancia que favorece estados de ánimos positivos y por el contrario su ausencia aumenta la melatonina, hormona que genera falta de interés, que siempre estemos cansados y aumenten nuestras ganas de dormir.
Todo esto produce un estado en que pueden juntarse síntomas como falta de apetito, falta de deseo sexual, exceso de sueño y problemas estomacales. Y no hay que olvidar otros síntomas más psicológicos como tristeza o desilusión, pero debemos darnos cuenta de que los segundos tienen que ver con los primeros y que hay muchas cosas que podemos hacer para recuperar el equilibrio.
- Lo más importante es aumentar la exposición a la luz solar. Más paseos, ejercicio, actividades como montar en bici o hacer senderismo. Dado que la luz es menor que en Verano, debemos aumentar los ratos que pasamos fuera de casa
- Dormir bien. Más que eso, dado que el trastorno afectivo estacional hace que sí queramos dormir, lo importante es mantener un ritmo de sueño, irnos a dormir y despertarnos siempre a la misma hora.
- Mejorar nuestra dieta. Aumentar las vitaminas C y B, que actúan sobre el sistema nervioso y mantienen estados de ánimos; así como el calcio y el magnesio.Eso se traduce sobre todo en lo mejor es aumentar la ingesta de legumbres, cereales, carne y verdura así como los frutos secos.
- Algunas infusiones y especias como la valeriana (para dormir), la hierba de San Juan o pasiflora, el jengibre o la canela nos pueden ayudar también a mejorar nuestro estado de ánimo.
- Rodearnos de colores alegres. Está demostrado que colores como el amarillo, el naranja o el rojo estimulan nuestro estado de ánimo, así que rodearnos de objetos de estos colores o incluso pintar alguna pared puede ser de interés.
- Prestar atención a la Red de apoyo emocional básico: Familia, amigos, compañeros de confianza. “existe una red de apoyo emocional que es clave, formada por la familia, amigos, compañeros y otras personas significativas de su alrededor a los que se puede y se debe recurrir en cualquier momento de la vida”, en palabras de Joaquín Santo Domingo, de la clínica La Luz.
- La vida social: Mezclarse con gente, ya sea para ir al cine, comer o ir de compras son elementos que nos ayudan. Eso sí, las actividades deben ser estimulantes. También es un buen momento para retomar proyectos como aprender a bailar o los idiomas
- Duchas escocesas. Por la mañana puede ser duro ducharnos con agua fría, pero lo que sí podemos hacer es alternar las duchas de agua fría con duchas de agua caliente. Son las llamadas duchas escocesas, extremadamente tonificantes y vigorizantes.
Está ampliamente demostrado que el contacto físico, las caricias y los abrazos producen en las personas estados de tranquilidad, protección y felicidad, así que es muy necesario aumentarlos en otoño.
- Por último, dedica un tiempo a proyectos que te apasionen, como planificar tu próximo viaje, aunque esté muy lejos en el tiempo, da igual. Las personas necesitamos proyectos y, casi más que eso, sueños que nos impulsen hacia delante y a levantarnos cada mañana con alegría e ilusión.
Si a pesar de estas medidas no acabas sin retomar el tono vital necesario, la tristeza y el desánimo no acaban de irse, es posible que necesites la ayuda de un especialista
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