Tengas la edad que tengas, comer bien es importante. Pero más aún cuando ya se alcanza una etapa crucial en la vida como es la Tercera Edad. Una correcta nutrición previene enfermedades, alarga la vida y mejora el día a día. Estas son algunas pautas a tener en cuenta.

nutrición-edad–-avanzada-reportemedico1Envejecer es sinónimo de salud y bienestar, pero para que ese envejecimiento vaya acompañado de una buena calidad de vida es aconsejable es aconsejable observar algunas conductas. Porque esta etapa de la vida se caracteriza por cambios en la masa muscular, que disminuye, en una pérdida de la densidad ósea o en una mayor torpeza en los movimientos. Eso en lo que al aspecto físico se refiere, porque tu cuerpo también experimenta otros cambios internos tales como alteraciones en el aparato digestivo —los molestos gases o el estreñimiento— y dificultades a la hora de tragar por culpa del deterioro de la dentadura y una menor segregación de saliva.

¿Qué te aconsejamos desde aquí? Cierto ejercicio físico —30 minutos al día es una buena medida— y una correcta y equilibrada alimentación. ¿Pautas? Ten en cuenta estos consejos:

  • No abuses de alimentos ricos en grasas, pero tampoco prescindas radicalmente de ellos. Las grasas deben aportar el 25% de nuestra nutrición total, por lo que es aconsejable que te decantes por las de origen vegetal tales como el aceite de oliva, cacahuetes o aguacates, antes que las de origen animal.
  • Un 20% de tu dieta debe estar compuesto por proteínas. Por eso si ya estás en esta edad deberías reducir el consumo de carne y aumentar el de pescado. A menor cantidad de proteínas, más problemas de salud tendrás.
  • Consume lácteos, que son ricos en proteínas y contienen calcio de fácil asimilación. ¿Por qué? Porque el calcio es indispensable para mejorar tu densidad ósea y evitar la aparición de enfermedades tan molestas como la osteoporosis.
  • Toma cereales, frutas, pastas y legumbres con frecuencia. Esto es, hidratos de carbono, que deben conformar el 55% de tu aportación nutricional.
  • Y refuerza la ingesta de vitaminas A, B, C y D. ¿Cómo? Consumiendo albaricoques, mandarinas, limones, naranjas. Zanahorias, espinacas, acelgas, frutos secos, arroz, pimientos… ¿Sabías que una consecuencia de no consumir vitaminas es sufrir problemas de piel? Y no hablamos ya de estar expuesto a infecciones o a ver cómo tus vasos capilares se debilitan cada día que pasa.

¿A que no es tan difícil? Quizás te convendría ponerte en manos de un profesional. Él sabrá guiar tus pasos para que te alimentes correctamente y tu cuerpo no se resienta.

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